Por José Carlos Barillas
En San Juan la Laguna, del 12 al 16 de febrero de 2024, se llevó a cabo la primera capacitación de Desarrollo de Capacidades Creativas (DCC). El principal objetivo de esta metodología es la creación de soluciones mediante el ciclo de diseño y el desarrollo de habilidades para el uso de herramientas, capacitando a los participantes para que se conviertan en agentes activos en la resolución de problemas cotidianos. Esta metodología fue desarrollada por el MIT D-Lab.
Adilia Blandon, Investigadora ASPIRE, trabajando en un prototipo con una participante de los talleres. Fotografía: Link4
El primer contacto con los participantes se dio en una reunión previa, durante la cual tuvieron la oportunidad de conocerse y compartir sus expectativas sobre el taller. En el primer día se impartió una introducción al ciclo de diseño y los participantes avanzaron en la fase “Desarrollador de Habilidades” con la construcción de un desgranador de maíz. En el segundo día se crearon equipos y se recopiló información para identificar y enmarcar los problemas que existen dentro de la comunidad. Por último, se exploraron posibles soluciones a los problemas.
Realización de prototipo de desgranador de maíz. Foto: Link4
En el tercer día, se generaron ideas para resolver las problemáticas y cada equipo seleccionó la mejor opción. Se elaboraron modelos, maquetas y se presentaron a los participantes para obtener retroalimentación. En el cuarto día, se procedió a la adquisición de materiales, la construcción de los prototipos, las pruebas, ajustes y la discusión de los resultados. En el quinto día, se continuó con la construcción, se llevaron a cabo pruebas adicionales y se exhibieron las soluciones.
Mujeres desarrollando un prototipo de secadora de ropa. Fotografía: Link4
El primer prototipo fue un abre frascos, seleccionado porque uno de los participantes observó que sus abuelos y otras personas tenían dificultades para abrir frascos debido a debilidad en las manos. Por lo tanto, se propuso este prototipo para ayudarles a abrir los frascos de forma independiente. El segundo prototipo fue un lavamanos móvil, ideado en respuesta al aumento de turistas y residentes que necesitan lavarse las manos. Asimismo, este prototipo se colocó en la tienda de artesanías de uno de los participantes para validar su uso.
Prototipo de abre frascos. Foto: Link4
El tercer prototipo desarrollado fue una secadora de ropa. Esta idea surgió debido a la creciente dificultad de los residentes de esta comunidad para encontrar un lugar en sus casas donde la ropa pueda secarse al sol, debido a la expansión en la construcción de casas y hoteles en San Juan La Laguna en los últimos años. Durante la temporada de lluvias, secar la ropa se vuelve especialmente complicado, sobre todo los huipiles o chamarras, que son más gruesos y tardan más en secarse. Los proyectos se llevaron a cabo utilizando materiales disponibles dentro del sector.
Prototipo de secadora de ropa. Foto: Link4
La importancia del desarrollo de capacidades creativas
El desarrollo de habilidades creativas es crucial para las comunidades, ya que impulsa la inclusión y la participación de las áreas rurales en la formación de una cultura de innovación en el país. Estas formaciones brindan la oportunidad de establecer modelos replicables que facilitan la conexión e integración de la academia con las comunidades, asegurando su participación e inclusión en la identificación y solución de los desafíos locales.
Asimismo, se enfoca en el desarrollo de habilidades para la fabricación de prototipos, lo que implica aprender el manejo de herramientas y perfeccionar técnicas. Esto les capacita para seguir abordando los retos futuros, utilizando el ciclo de diseño como guía y aplicando sus habilidades de fabricación para concretar ideas.
Participante trabajando en la etapa inicial del desarrollo de capacidades creativas. Foto: Link4
De igual forma, ayuda a crear y fortalecer alianzas entre las comunidades alrededor de los campus de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG), así como crear unidad entre los actores clave en el ecosistema, y que estos se encuentren interesados en invertir y continuar con estos procedimientos en otras zonas.
¿Quiénes participan en un taller DCC?
El participante ideal es una persona mayor de 18 años con habilidades para crear, capaz de hallar soluciones originales a los desafíos diarios y llevarlas a cabo. Debe estar dispuesto a colaborar y brindar apoyo a los demás, así como a difundir conocimientos y experiencias para el beneficio colectivo.
Participantes durante inducción inicial al taller DCC. Foto: Link4
Metodología DCC: Certificación
Para impartir la metodología DCC utilizando el enfoque del MIT D-Lab, se llevó a cabo un proceso de capacitación y certificación, el cual consistió en capacitar a 3 personas con el principal objetivo de facilitar los próximos talleres. Las personas capacitadas son: Jeremías Morales, Magaly Tecum y Lucía Dávila.
El proceso de certificación inició el 11 de marzo de 2024 con la guía de Amy Smith y Martha Thompson del MIT D-Lab.
Todos los participantes de los talleres de DCC en San Juan la Laguna. Foto: Link4
Sobre ASPIRE
ASPIRE es un proyecto de cinco años y $15 millones de dólares, financiado por USAID e implementado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la Universidad del Valle de Guatemala (UVG) y la Asociación Guatemalteca de Exportadores (AGEXPORT) con el objetivo de crear modelos replicables sobre cómo las universidades latinoamericanas y sus colaboraciones con el sector privado, gobierno y comunidades locales, pueden responder a las necesidades locales y regionales de desarrollo.